tiene el corazón una oficina
donde don Nadie gana al ajedrez
y los adivinos adivinan
y los aladinos aladinan
y de propina, imagínate.
Seremos tu cordón umbilical,
tu confesionario, tu pomada.
Ponte los cascos en la oscuridad
si te da la espalda la almohada,
busca la frecuencia modulada
una coartada para alunizar.
¡¡Estribillo!!
cuando te canses de crecer
y los sueños tarden en venir,
que un Debussy crepuscular
toca en el dial
la seguidilla de Buñuel,
déjanos jugar
contigo al escondite inglés
en la Sesenta y nueve punto G.
Las epidemias fueron anteayer,
las arrugas son de plastilina.
En la academia del amanecer
da clases de morbo Mesalina
y, en una pecera con espinas,
flotan las ruinas de los cabarés.
¡¡Estribillo!!
Toca en el dial
la polonesa de Chopin,
vamos a soplar
la raya del amanecer
en la Sesenta y nueve punto G.