Hasta aquí llegó el ritual
de enfados y canibalismo estúpido.
Son demasiadas horas en vela
y nada que decir.
Descansamos nuestra espalda
en las persianas bien cerradas,
y a cada parpadeo calmado
intentamos dormir.
Ya no hay ganas de seguir el show,
ni de continuar fingiendo,
sólo quiero ser espectador,
relax, entertainment.
Me pregunto quién pensó el guión,
debe estar bastante enfermo,
fue el estreno de un gran director,
le caerán mil premios.
Y al subir al taxi
mis palabras son vapor de cristal
y me dejo el alma
cuando escribo en la ventana:
"que sea cierto el jamás".
¡Oh, cállate!
Y ahora relájate,
ella lo lleva bien,
está aliviada, ¿ves?,
todo ha acabado bien.
Te dice: fíjate,
mira mis manos, ¿ves?,
no pesan nada, ¿ves?,
están flotando ¿ves?.
Putas ganas de seguir el show