17 de febrero, son las 15 con 40
hora y fecha del deceso de mi corazón,
aturdido por el ruido
no escuché bien el mensaje de su bello corazón.
Fue mi amiga y solo Dios sabe que nunca quise herirla
pero inevitablemente me pasó,
imposible al resistirme
y entre llanto confesé que me moría por su amor.
Que me perdone pero ya no aguanto
escuchar que como hermanos Dios nos quiso,
ya no puedo darle marcha atrás
a este sentimiento sin morir en el camino.
Que estúpido creí que sentías lo mismo,
que tonto fui al pensar que podrías enamorarte de tu amigo,
de este idiota que aconseja cuando ve a tu corazón herido.
Dios arráncame la vida, total me estoy muriendo,
total ya no la tengo, llévame contigo,
desde el cielo seré el guardián de sus sueños.