Tono: E
Introducción: Em B7 Em B7 Em
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En Vallimanca ocurrió,
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no se si es cuento o leyenda
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De una singular contienda
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que un paisano me conto
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Se dice que allí habito
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un jinete renombrado
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En la estancia respetado,
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y cuando el tiempo paso
Am
El pago lo conoció
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como "El loco del recado".
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El encargado chacoteaba,
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cuando un potro le traía
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Casi siempre le decía
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que ese era el que lo bajaba
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Y el mozo le contestaba,
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con seguridad y prestancia
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"si me baja alguna vez
Am
Recao al hombro y de a pie
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me marchare de la estancia".
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Al verlo al paisano aquel,
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sobre el chúcaro sentado
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Parecía que el recado
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había nacido con el
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El era el peoncito fiel,
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con tanta fama ganada
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La que se vería manchada
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cuando un día en el potrero
Am
Vio a un padrillo forastero
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mezclao entre la manada.
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Era un oscuro tapado,
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noche cerrada sin luna
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No conocía soga alguna
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y de colmillos cruzados
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Bonito muy bien formado,
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se lo solía ver pasar
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De tardecita rondar,
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por el casco de la estancia
Am
Desafiante a la distancia
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por si lo querían probaar.
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Hasta que un día un puestero,
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haciéndose el distraído
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Le hecho al cogote un torcido
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en un zainito ligero
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Junto con sus compañeros
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al palenque lo arrimaron
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Despacio lo embozalaron,
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mañao se quedo quietito
Am
Lo invitaron al mocito
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y las cacharpas le echaron.
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Era casi un monumento,
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ver al oscuro ensillao
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Y sobre el lomo sentao,
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al mozo enriendando atento
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El encargado contento
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repetía una y otra vez
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"Creo que el padrillo es,
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el que al fin lo ha de bajar
Am
A ver si se va a marchar
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como prometió de a pieee"
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Dicen que se lo soltaron
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y en aquella tardecita
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Fue la postal más bonita
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que en mucho tiempo observaron
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Como dos tigres pelearon,
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uno por ser liberado
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Otro el dueño del recado,
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pero en un quite limpito
Am
Me lo dejo al mensualito
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sobre la arena sentado.
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El padrillo disparó,
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se lo observó a la distancia
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Que muy lejos de la estancia
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todas las pilchas perdió
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Y nunca más se lo vio,
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lo que causo gran asombro
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Y al peoncito que les nombro
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y que cuentan que esa vez
Am
Se fue marchando de a pie
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llevando el recao al hombro
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Y después de aquella vez,
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por siempre se lo veía
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Haciendo changas por día,
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y marchándose de a pie
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Mas tarde, ya en su vejez,
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dicen que habría comentado
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"Recuerdo un triste pasado,
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de aquel momento tan duro
Am
Culpa de un soberbio oscuro,
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soy "El loco del recado"