Olvida, niña, que un día
te di promesa de amor
entonces yo no sabía
este destino cantor.
Entonces yo no sabía, perdona,
este destino cantor.
Te amé, no puedes negarlo,
conmigo te llevaré,
hecha recuerdo en mi canto,
en mis zambas te nombraré.
Hecha recuerdo en mi canto, mi cielo,
en mis zambas te nombraré.
Cuando recuerdes la zamba
que esta noche te canté,
abrazado a mi guitarra
sólo recuerdo seré.
No llores niña, no quiero,
perdona, otra promesa no haré.
No llores, niña, no quiero
verte esta noche llorando.