Vuelvo al lugar en el que el reo echa las horas
mientras sueña y su coartada se desmonta.
Al hogar vacío o a su boceto roto e inconcluso.
Allí vuelvo, al lugar en el que la culpa me abriga,
donde me espera la nevera vacía,
correo a tu nombre en el buzón y esta canción.
No digas que todo era mentira
¿Qué fue entonces toda esta ceniza
que cubre los muebles, que hoy esparce el viento,
y quema mis pulmones cuando vuelvo?
No digas que todo era una farsa,
¿de dónde salieron los fantasmas
que habitan la casa, que lloran y abrazan el olor de tu sombra?
Esa que me encuentro cuando
vuelvo al solar de la casa aquella que el lobo que es
la vida ha derribado con un soplo.
Vuelvo al futuro imperfecto. Vuelvo.
Y descubro mi silueta en el suelo cuando
vuelvo al bar que cierra más tarde aquí en Madrid
a la casa que contigo construí,
al mal presagio, al verano en que nevó en el salón.
No digas que todo era una farsa. Siento tanto haber perdido el mapa
que lleva al tesoro, dulce y luminoso.
He olvidado donde lo escondimos.
No digas que todo era mentira: los encuentros y las despedidas.
Tampoco los días, en que me decías que todo iba a ir bien.
Aún queda tanto por vivir, tantas cosas por hacer
aunque pesen los fracasos.
Cuantos veranos perdí buscando aquella canción.
Siempre estuvo en tu regazo.
Nuestro error nunca fue amar como si el jodido mundo
acabara en nuestro abrazo.
Que nadie te haga pensar que no fuimos los mejores
cuando el sol ardía en tus labios.
Vuelvo y te encuentro en las cumbres y en el lodo,
la verdad es que te encuentro en casi todo,
siempre o casi siempre te encuentro. Quizá por eso vuelvo.
ooouuu
Quizá por eso vuelvo.
ooouuu