como en la sexta cuerda pero no creo que haya problemas para identificarlo.
Cada cual que toque los acordes como prefiera, si en quintas o no,
Un gélido silencio en la diagonal
anuncia la llegada del frente nacional.
Barcelona, ciudad abierta,
ya no tiene quien la defienda.
No se levantan barricadas,
nadie tras los parapetos,
lejanas noches de vigilia,
pólvora, tabaco y cuero,
pólvora, tabaco y cuero,
pólvora, tabaco y cuero.
¿Quién defenderá las ramblas?
Ascaso y Durruti muertos.
Compañeros milicianos,
¡ya no quedan naranjeros!
¿Quién defenderá las ramblas?
Ascaso y Durruti muertos.
Compañeros milicianos,
¡ya no quedan naranjeros!
El rugido de las fábricas,
Solidarios, pistoleros,
tan duros como el metal
con el que fraguan los sueños,
con el que fraguan los sueños,
con el que fraguan los sueños.
En trincheras de sangre y lágrimas,
vencidos, sin nombre, sin patria.
La última hora del último día,
el último hombre, la última bala,
el último hombre, la última bala,
el último hombre, la última bala.
¿Quién defenderá las ramblas?
Ascaso y Durruti muertos.
Compañeros milicianos,
¡ya no quedan naranjeros!
¿Quién defenderá las ramblas?
Ascaso y Durruti muertos.
Compañeros milicianos,
¡ya no quedan naranjeros!