Virgen de amor, ven junto a mí, que yo sin ti voy a morir.
Ven oh mujer, ven oh mi encanto, y escucha el canto que hay en mi ser.
Si supieras el dolor que llevo dentro de mi alma,
que no puedo hallar ni un momento de calma
que alivie en mi pecho este gran dolor.
Pues tu vives en mi pecho cual imagen
adorada y eres la mística flor más delicada,
por la cual suspiro con ardiente amor.
Tú eres alma de mi alma buena que calma mis penas,