Yo te ví por los rincones
de los boliches puebleros
alargando madrugadas
de solitarios sin sueño.
Tus manos siempre tejiendo
la vida en el instrumento
encendiendo con sonidos
un sol pa´los cielos negros.
Con cien rostros diferentes
sos el mismo musiquero
que llena de amor los vasos
con su corazón abierto.
II
Vive en tu canción calandria y gorrión,
la espina y la flor,
tigre y yacaré,
ternura y dolor, esperanza y fe,
nostalgias de ayer, intención también
de permanecer como un Cristo más
sangrando de amor, para los demás
viejo musiquero!
I
viejo musiquero
viejo musiquero!
viejo musiquero!