Hay momentos en que pesa el corazón
y me quema cualquier cosa los pulmones.
La tristeza de un hotel en Albornoz
o el rumor de un mini bar a media noche.
Hay mañanas en que duelen las mentiras.
Ciento un buitres sobrevolando mi cama.
El invierno maltratando mis rodillas.
La maleta sin cerrar, desordenada.
Es la distancia, con tos y mal dormido.
Es mi cabeza como un nido vacío.
Son las ganas de llegar a nuestra casa
y de verte despertar, verte despertar,
verte despertar brillando al alba.
Verte despertar,
congelando el vuelo de todas las aves.
Verte despertar,
rescatando nuestra risa en el desastre.
Verte despertar,
buenos días para mi cuerpo vencido.
Verte despertar,
deteniendo la ciudad en tu latido.
Hay momentos en que todo roce hiere
deteniendo la ciudad en tu latido.