Uno busca lleno de esperanzas
el camino que los sueños
prometieron a sus an-sias,
sabe que la lucha es cruel y es mucha,
pero lucha y se desangra
por la fe que lo empeci - na.
Uno va arrastrándose entre espinas,
y en su afán de dar su amor
sufre y se destroza hasta entender
que uno se ha quedao sin corazón,
precio de castigo que uno entrega
por un beso que no llega
o un amor que lo engañó,
vacío ya de amar y de llorar
tanta traición
EL CORAZÓN QUE DI,
ES POBB LE QUE A TUS OJOS,
QUE HOY ME GRITAN SU CARIÑO
LOS CERRARA CON E S BESOS,
OTROS OJOS, LOS PERVERSOS,
LOS QUE HUNDIERON E VIVIR
EL E SMO QUE PERDÍ,
LO DESTROZÓ Y PUDIERA AMARTE
ME ABRAZARÍA A TU ILUB ÓN
PARA LLORAR TU AMOR
Pero Dios te trajo a mi destino