En su cara había más horas que un reloj
No escuchaba nada de su alrededor
Solamente echaba cuenta de los seres invisibles del salón
Cuando chico yo la miraba en el balcón
Le gritaba a los ejércitos que no
Que las bombas de la guerra secuestraron de por vida su razón
Yo fui testigo en su vejez
De la tormenta que cayó
En los hombros malheridos de una flor
Una flor, Una flor
Una flor, Una flor
Una flor,
Su sonrisa era inocente y de repente
Avisaba en el absurdo a los presentes
Que un pariente que hace años que murió
Le estaba metiendo mano
Yo recuerdo las mañanas de verano
Se peinaba cuatro pelos todo el rato
Repeinada y con horquillas me asombraba
Nunca vital perfección ¿?
Una flor
Yo fui testigo en su vejez
De la tormenta que cayó
En los hombros malheridos de una flor
Una flor, Una flor
Una flor, Una flor
Una flor,
Mil historias de ella yo te podría contar
Pero hay cosas que no querrías escuchar
Pues las bombas de la guerra estallaban cada día en su realidad
De pequeño yo la miraba en el balcón
Le gritaba a los ejércitos que no
Que los moros de las tropas nacionales no disparen por favor
Que no tiren por los cerros
Que no tiren por los cerros
Que no tiren ni marchiten a la flor
Que no tiren ni marchiten a la flor