Me preguntaron como en mi pueblo
se vive y siente una fiesta patria
de madrugada retumba el Mauser
desde el portón de la guardia armada.
Ecos de bombas de las iglesias
de las escuelas columnas blancas
y con los versos bien aprendidos
escuchan todos desde la plaza.
II
La paisanada de las estancias
con buen caballo, vistosas pilchas
forman dos bandos en bocacalles
para alistarse en las sortijas.
Yo soy pueblero de aquel que siente
vibrar su cuerpo cantando el himno
de pocos libros, mucha pureza
de una palabra: ¡cuenten conmigo!
I