Vine al pie de tu vieja ventana, mi bien,
a ofrecerte, mi vida, este canto de amor
porque quiero que sepas que te amo, mi edén,
Yo quisiera, mujer, que comprendas
que me paso las horas pensando,
y es ésa la causa que yo ya ni duermo.
He traído del campo estas flores que ayer
arrancaron mis manos con gran frenesi( *)
porque quiero mirarte contenta, mujer,
Si un intérprete fueras, entonces
sentirías, igual que yo siento,
un amor tan extraño y tan dulce
que al no realizarse sería un infierno.
Asomá tu carita y no me hagas sufrir,
te lo pido por lo que más quieras, mi amor;
si al no verte sería capaz de morir
Los culpables han sido tus ojos
y tus labios los cómplices fueron
que me tienen igual que a un esclavo
y soy, si se quiere, tu fiel prisionero.