Quisiera darte mi vida
como un regalo para tu anhelo,
no sé si habrá de bastarte
pero es todo lo que tengo.
Quisiera darte un puñado
de mi ternura a través del tiempo,
y aquerenciar en tu reino
mis pobres versos con todo amor.
Es tuya esta hermosa culpa
de andar soñando también despierto,
eres dueña de mis horas,
de mis tormentos y ensoñación.