Torrentes de Vida haz brotar en mi.
Mi tierra sedienta suspira por Ti.
Nada puedo, Señor, sin tu gracia,
todo lo puedo por Cristo, mi Rey.
Mueve mi corazón,
para que te reciba siempre.
Abre mis ojos para que pueda verte,
mis oídos que puedan escucharte
y mi vida sea Palabra que hable de Ti. (bis)