Como un torrente que se lleva en la sangre,
en la sien y en la mente
como toda esa gente
que se entrega fructuosa al calor.
Como un sepulcro, guarda todo mi miedo
mis sombras, mis ansias perdidas, en fin,
abre todo un caudal
y después resucita un acorde mayor.
Como una rosa que se entrega dormida
y se instala en el pecho
y despierta encendida
tan hermosa en un lecho entre dos.
Como mi hermano que se enfrenta al temor
de un gran lienzo vacío
como aquél escritor,
con las hojas en blanco señor
con la falta que hace una expresión.
Como un torrente que se lleva en la sangre,
en la cien y en la mente
como toda esa gente
y después resucita un acorde mayor.