Lyrics of
Todas las noches

Noches leyendo a Dostoyevski mientras un temblor de moscas agita
la suciedad de las bombillas.
Noches que te abrasan como un trago de absenta de garrafa.
Noches con amigos de nombre magico y extraño,
como Iribaren, Gaztambide.
Noches en que fumas demasiado y aun asi no es suficiente,
y aun asi no es suficiente.
Noches de Alicante en que te bebes la vida por el cuello
de una botella de cerveza.
Noches de verano gijonesas, contemplando como el cielo se deshace
en un delirio de centellas rotas.
Noches en que el rostro de tu madre te sonrie con la tristeza
mansa de una flor decapitada.
Noches que se llaman Gertrudis, Clotilde, Hermenegilda.
Noches de de espanto y de resaca en habitaciones alquiladas,
oyendo resoplidos de amor desesperado
al otro lado del tabique, al otro lado del tabique
Noches en que esnifas cocaina en un espejo, para calmar la borrachera
y el ansia excesiva de la vida.
Noches en que lloras en retretes sin ventanas ni azulejos.
Noches de llamadas angustiadas a casa vacias donde el timbre
de un telefono reclama la presencia
de otro cuerpo con el que compartir tu cobardia,
con el que compartir tu cobardia.
Noches hablando del sarcoma de Kaposi con tu sombra,
en un cafe vacio, a las tres de la mañana,
mientras un camarero tuerto barre las colillas y bosteza.
Noches en que Dios o el fantasma redivivo de alguien entrañable
esta al otro lado de la mesa,
y te pide un cigarrillo, y te recita un monologo de Shakespeare.
Noches de sequia y de vinagre en que agonizas en el penultimo
vagon de un tren a dos kilometros de Almansa.
Noches en que la piel te arde como yesca en manos de un piromano.
Noches en hoteles de Paris, espiando en la mirilla a la mujer
de la limpieza, que friega el suelo del pasillo
y tararea una cancion de Alain Barrière junto a tu puerta.
Noche en que la brisa se remansa en las cortinas como un petalo
cansado y recorres los estantes buscando una edicion,
buscando una edicion de El extranjero.
Noches en que se han fundido todas las farolas y alguien se desnuda
lentamente tras una ventana iluminada en el piso veintitres,
en el piso veintitres de un rascacielos.
Noches en que trazas garabatos en servilletas de papel con una
botella de ginebra,
mientras Loud Reed canta "Quiero ser negro"
y tu le dices que tambien.
Noches en que clavas las rodillas en el suelo y sollozas por Pilatos
sentenciando a Jesucristo en esperanto.
Noches en que deshojas rosas muertas junto a un
estanque de Aranjuez.
Noches de mujeres cuyos ojos iluminan la penumbra de los bares como
similes de Raymond Chandler
hubiera puesto en cuarentena,hubiera puesto en cuarentena.
Noches en que una histerica misericordia te sobrecoge la garganta,
y quisieras enjugarle
las lagrimas a una virgen,las lagrimas a una virgen del Greco.
Y luego esa noche en que un ladron se colara en tu casa para
apretar una moneda en tu puño que se cierra,
en tu puño que se cierra.