Me acerque al mostrador
a beber un poco de ron.
Me atendio un viejo un poco raro,
dijo ser un tipo sabio.
La noche no venia muy bien,
mi garganta empezaba a quemar.
Y de pronto el viejo se me acerca,
me ofrecio fumar de su cigarro.
Y empezo a contarme las vueltas de la vida,
sus historias , su experiencia y su penar.
Que no todo en el mundo es alegria,
sin embargo uno siempre tiene
que saberla disfrutar.
(Esta parte es toda igual a la primera )
Sus errores reconocio