Entré a la habitación y vi aquel rincón donde nos amábamos,
tu presencia ya no está y tu foto en la pared me mira y me eriza la piel.
Me siento solo y frío y en cada amanecer pronuncio tu nombre,
son palabras que se escapan, que me gritan y se callan
frente al espejo de mi mañana.
Mi desayuno amargo con la soledad
que se mezclan en el fondo de mi café,
y tú no estás, y tú no estás, y tú no estás
Te necesito hoy y siempre para siempre mi amor,
te necesito aquí en mi alma y en mi mente, como el sol,
te necesito para comprender la vida mejor
para descubrir la otra mitad del amor,
que no te di, que no te di