A. Dulce anochecer, que sin querer
Me pone entre la espada y la pared
Prisionero te espero hasta el amanecer.
A. Dulce y cálido es el sudor
-odio a fuego lento-, te comería,
Te comería el corazón.
A. Dulce y árido, océano
Que apostando pierdo lo que gané fuerte e inmenso,
Cuesta y me cuesta decirte que, que si me apuesto sé
Sé que me perderé.