Una tarde sin sol, fue probado el amor
con la sangre de un Dios,
No hay madero de gloria,
no hay reino ni victoria.
Las promesas flaquean,
pero tu Madre contempla.
Pasarán dos mil años, y habrá tiempos de prueba
pero junto a la tuya, naceran Cruces negras.
Si mi trabajo haz de soñar,
tu Juventud te lo dará,
todas mis fuerzas derramar,