Somos dueños de una historia
que no se ha hecho sola,
que es el fruto de alguien que luchó.
Esta historia pide manos
que poniendo en el arado
construyan la paz.
Compartir nuestra fe, nuestra riqueza,
aumentar nuestras ganas de vivir;
continuar lo que Juan ha comenzado
que María la maestra será.
Una vida se hace vida