SOY UNA ASTILA
DE TIERRA QUE VUELVE
HACIA SU ANTIGUA RAIZ E NERAL
Hombre barro humano,
de pureza animal,
amas la noche, la luna
como un lobo enamorado.
Amas en su plenitud la vida,
como un toro enceguecido.
Cerro abismo monte,
de ternura y niñez;
tu vos que no se estremece,
suena a bombo, sabia añosa.
Dices del paisaje de tu gente,
la belleza de mi tierra.
Hermano del vino,
cantor del amor;
en el pulso tu sangre,
cantarás hasta el fin.
Arde una salina en tu garganta,
por las lágrimas lloradas.
Canta siempre canta,