Me acuerdo de unas calles polvorientas
rojizas por las huellas del tanino
del monte que guardaba los quebrachos
bajo un verano padre y amarillo.
De un relumbrón de sapukay perdido
Del Pedro hachero y de la Juana humilde
sobreviviendo tierras forestales II
y un lento de asomo de riqueza ajena
envejeciendo todas las edades.
Me acuerdo de una Villa Guillermina
Me acuerdo del quebracho que caía
con un ruido de trueno entre los montes I