Señor, mi corazón no está engreído
mis ojos no pretenden ser soberbios
no voy por un camino de grandeza
sencillo y escondido es mi sende ro
No busco maravillas ni prodigios
pues me conozco y sé que soy peque ño
mantengo el corazón en paz conti go
y mi alma está tranquila y en sile ncio
DESDE E PEQUEÑEZ YO TE CONTEMPLO
Un niño en el regazo de su madre
parece mi alma dentro de mi pecho
pues tú le das respuesta a mis temo res
trayendo la certeza de lo eterno
Un niño en los brazos de su padre
descansa y se abandona sin rece los
así también me basta tu presencia
para colmar en mi alma todo anhe lo (sin coro final)