De amplia miel era su
corazón en agraz
y su boca locuaz
como un viento fluvial.
La corriente total
de su sangre en acción
la arrastraba en turbión
convencido y caudal.
No fue extraña al telar,
por la usina pasó,
a la greda volvió,
regresó de la mar
y a mi lado durmió.
I 5-6 5-6 5-6 5-6
Germinó con aquel
resplandor maternal
Y aprendió a comprender
y comprendió al pensar
No fue extraña al telar,
por la usina pasó,
Cuando ardió la ciudad,
cuando el tanque arrasó
la vi mucho a través
de los meses actuar,
No fue extraña al telar
por la usina pasó,
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Rem6/fa * * 3 2 0 1
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