En el banco de una plaza, Fernando se echa a dormir.
Todavía es muy temprano para regresar a casa.
Despeinado y mal vestido, no llega a los 11 años.
Por unas monedas limpia parabrisas de los autos.
Si logra dormir el soñará con un mundo diferente,
donde su papá esté en casa, donde no haya tanta gente,
que le de vuelta la cara, que lo ignore que le mienta,
un mundo donde su mamá también pueda ser feliz.
En su escuela José Luis trafica droga a bajo precio
Consiguiendo poco a poco algunos clientes nuevos
Mientras en las playas de Cancun, un narco toma sol
Con su pobre porcentaje José paga su adicción
Y que su familia no se entere y piense que todo anda muy bien
No tiene nadie en quien confiar, no tiene nada en que creer
Cuando su papa toma de mas, el se tiene que esconder
Cuando se pone violento se la agarra con el.
En los palacios de gobierno se tejen oscuras tramas
Demasiadas, demasiadas manos, demasiado es lo que sacan
Y la gente ya no tiene ni ganas de protestar
Se fueron acostumbrando a sobrevivir sin pan
Mientras los señores jueces miraban para otro lado
Hubo una mano bondadosa que los llenó de regalos
Si hasta parece mentira que la única esperanza
Sea ganar en un concurso de televisión
Mientras cerraba la puerta de su Iglesia el padre Juan
Piensa porque cada vez viene menos gente acá
Yendo solo a su cocina a comer en soledad
Recordando viejos tiempos el tiempo se pasara
Le enseñaron a buscar todas las explicaciones
Quienes fueron los culpables, cuales fueron las razones
Aferrándose a una oveja que quedaba en su rebaño
En lugar de ir a buscar 99 perdidas