Tu nombre es una herida que supura en mi memoria,
tu risa es una bomba que no sé desactivar,
hablar de amor contigo es encerrarse en una noria,
querernos es subir a un tren que nunca va a arrancar.
Tenías el cordón yo solo era la peonza,
así entendí que nadie sale intacto del amor.
Cansado de que no pusieras nombre a nuestra historia
me fui a ninguna parte a terminar esta canción.
Y hoy ya no escribo la vida en renglones torcidos,
prefiero quedarme conmigo,
prefiero un punto y aparte
a que vuelvan a darme puntos suspensivos.
Mejor olvidarse del ruido,
cada uno en su propio camino
habrá que apuntar en la agenda
los sueños pendientes que nunca cumplimos.