Odio tener la sensación de echarte de menos.
Al menos, tan pronto como ahora,
Me miro y rompo los espejos.
Y si te veo por las calles, como un perro campero
Solo va andando a sus anchas
Sigo tu rastro oliendo el suelo.
Ojalá me despierten mañana tus llamadas
Y por culpa de las obras de mi calle
No me vuelva a dormir y me tire de la cama.
No se me olvida eso de quererte.
Lo noto en la tostá y en los posos del té con leche.
Te llevo al mar el día que te secuestre.
Y no es que sea yo un príncipe de estos,
Ni soy apuesto, ni tengo caballos ni castillos,
Pero sobra en mí lo que te falta a ti.
Y no es que seas tú una princesa encantada
Si ocupas un pisito al extrarradio del bosque de las hadas,
Pero al menos te sobran alas.
Y que reviente la ciudad,
Que esta noche salgo de juerga
Con lo poquito que me queda en la cartera.
Olvidaré tanto como beba.
Mañana despertaré en alguna acera
Barrido por empresas de limpieza.
Que me invitan a seguir a otro lugar la fiesta.
A otro lugar la fiesta.
A otro lugar la fiesta.
Vino tinto y cena.
Surtidos de precocinaos, platos en el fregao,
Los pelos de la ducha.
Vino tinto y cena.
Tampoco estoy tan mal, solo vivo genial,
Aquí con mis babuchas.
Y no es que sea yo un príncipe de estos,
Ni soy apuesto, ni tengo caballos ni castillos,
Pero sobra en mí lo que te falta a ti.
Y no es que seas tú una princesa encantada
Si ocupas un pisito al extrarradio del bosque de las hadas,
Pero al menos te sobran alas.