Daniel, suena el despertador y salta de la cama,
que ya es hora, son las 6 de la mañana
"Hoy volveré a ser feliz".
Esther, por fin libre, ya no hay novio tras 10 años,
tuvo que cambiar sus planes del verano.
Ya no hay nadie que la escuche, y ahora quién querrá
llevarla a ver Nueva York o París.
Y al entrar en el trabajo se le olvidan las espinas a Daniel,
porque sabe que 10 horas de rutina con Esther
en la oficina es un día en el Edén.
Dicen que se cansó de mujeres sin nombre
que ofrecen sexo en la parte de atrás del coche.
Pero Esther le hace olvidar cuando sonríe,
Daniel sueña con clavarse en su piel como un botón.
Quién me iba a decir que la oficina algún día iba a ser mi salvación,
que los fines de semana me apresara la rutina y los lunes encontrar
absolución.
Quién me iba a decir que la oficina algún día iba a ser mi salvación,
que los fines de semana me apresara la rutina y los lunes encontrar
absolución.
Después pasado un tiempo el comienza a impacientarse
pues no sabe desprenderse del cobarde
al que le sudan las manos cuando lleva hasta su mesa
la tacita recién hecha de café
Fueron tantos los fracasos tanto amor en mal estado que Daniel
harto un día decidió que no valían
mas excusas si quería camuflarse con su piel
Daniel le dice a la salida del trabajo
¿que te parece si esta noche nos juntamos?
En un bar están Marwan y Luis Quintana y escuchando esta
canción Daniel por fin la fue a besar
y los lunes encontrar absolución y los lunes
Quién me iba a decir que la oficina.