Puse el corazón y puse la sangre,
Ella dio el calor, la llama que arde
Y se fue apagando, como la tarde.
Se tiño de amor, la noche de enero,
Tuve que nacer, de nuevo al amarla,
Tuve que vivir, creyendo alcanzarla.
Tuve que morirme, para olvidarla.
Sé que conseguí, librar su destino,