Recordando las cosas de mi Salta quinceañera
de tardes otoñales perfumadas por azahar
hay sueños que perduran y reviven en la mente
con toda la frescura de volverlos a encontrar.
Con todos los amores que guardamos muy profundo
con todos los amigos de ese tiempo colegial
la vuelta de la plaza con chiquillas coqueteando
a todos los tenorios aprendices del amor.
(Estribillo)
Dónde estás paseo inolvidable
dónde estás muchacha encantadora
con el sombrero en mano saludábamos felices
a tu mirada pilla que nos insinuaba un sí
y a la tarde siguiente tu sonrisa ya no estaba
para darnos la ilusión de continuar el gran amor.
II