Siempre a la misma hora por la mañana temprano la veo pasar,
es un revuelo la obra
y te juro que me sobran razón y ganas para saltar,
y temo decir barbaridades por miedo a que se enfade
y nunca vuelva a pasar.
Me gustaría saber decirle a esa mujer las cosas más bonitas
pero me hace enmudecer con ese cuerpo y esa carita.
Ella no sabe ni que existo
y yo na más que verla un segundo me derrito.
Con la de cosas que yo te diría cuando pasas cada día,
pero haces que me frene cuando veo lo guapísima que vienes
y es que me tienes a maltraer,
que estoy desesperaito por decirte algo bonito.
Siento en mi cuerpo escalofríos
porque otra vez veo que se ha ido
y no me atrevo con nada, cuando recobro el sentío
suspiro y bajito digo hasta mañana.