Para mi, no tienen secreto los naufragios.
Pasaron las modas sin tocarme,
me probé las huellas del mal paso,
vengo de donde no hay a donde ir
Para mi, no tiene sentido que te quedes,
que lo que te escribo para que lleves,
es lo que siempre querré decirte
cuando te vayas de aquí
Y yo me quede
afinando la guitarra,
con la taquicardia de querer que descarrile tu tren,
y poner la distancia
Aprendiendo en el paisaje,
que con cada viaje algo sé,
que da sin querer,
en esos lugares a los que se jura nunca volver,
y se traiciona la tierra firme,
por ir al vuelo a los brazos buenos de lo imposible
Para mi, no tienen misterio las palabras,
ni las que se dicen ni las que se olvidan,
ni las que precise cuando te despidas,
si con sólo una te puedo mentir,
para mi, al verte no tiene perdón la belleza,
se vuelve el azar una sola certeza,
se cambia de rumbo sin tanta nostalgia,
y ya no me importa saber que te espera,
aun que me quede
afinando la guitarra,
con la taquicardia de querer que descarrile tu tren,
y poner la distancia
Aprendiendo en el paisaje,
que con cada viaje algo sé,
que da sin querer,
en esos lugares a los que se jura nunca volver,
y se traiciona la tierra firme,
por ir al vuelo a los brazos buenos de lo imposible
Suave canción de estación,
de tus ojos cerrados en mi habitación,
de los días dorados,
y la fe de mi lado, lo que nunca cambió
Burda ceguera de ir al acorde fatal,
a la nota que yo nunca pude alcanzar,
por volver a intentar
lo que nunca cambió
Para mi no tienen secreto los naufragios,
pasaron las modas sin tocarme,
me probé las huellas del mal paso,
vengo de donde no hay a donde ir
vengo de donde no hay a donde ir
vengo de donde no hay a donde ir