Esa gente se preocupa por hablar mal de vos.
Su rutina lo aburrió no encontró nada mejor.
Y ya ves, quieren llamar la atención.
Con el correr del tiempo piedras hay que esquivar,
sus vidas de infelices no podrán superar.
Cada uno es dueño de sus actos.
Haciendo oídos sordos ya no molestará.
El monigote partió, nadie le dio de morfar.
Va mendigando limosnas, no las recibirá.
Con su propio caudal se terminará de ahogar.
(Solo de armonica)
A cuestas su cadáver se encarga de enterrar.
Los huevos le hacen falta no te puede enfrentar.
Esa gente muere por su mediocridad.
Su mente está podrida, tan podrida que
Haciendo oídos sordos ya no molestará