Una niña caminando con su cara de cristal,
Sus ojos son las luces que no puedo ya mirar,
Sus manos son aquellas mariposas que volaron,
de mis manos a otro mar,
Su piel es la razon de mi orar,
Mi cuerpo se quedó,
Como una noche fría de metal.
Hoy recuerdo aquella risa bajo el cielo azul tembló,