Ni toda la tierra entera
será un poco de mi tierra.
Dondequiera que me encuentre
seré siempre pasajera.
Mi trabajo cotidiano,
mis estrellas, mis ventanas
se convirtieron cenizas
de la noche a la mañana.
Puedo hablar, puedo reír
y hasta me pongo a cantar
A pesar de lo que digan
no me olvido, compañero,
Quisiera estar en mi puerta
esperándote llegar.
Si me quedara siquiera
el don de pedir un sí