El sol se pega a mi piel como un gusano de mar.
Sé que he estado aquí con anterioridad,
y nadie va a mirar por mí esta vez
cuando el alma se me caiga a los pies.
Hay un hombre y me observa;
puedo oírlo disfrutar.
Hoy comienza una guerra
(en estos versos los acordes se golpean)
en la que todos quieren hablar,
y aunque todos quieran hablar
no dirán
la verdad.
DoM-SolM-FaM varias veces.