En el jardín de Dios hay muchas flores
las rosas más hermosas que podemos imaginar
y el bien conoce a cada una de ellas
pues fuimos bien pensados, hechos por sus manos.
De pronto vemos rosas especiales
cumpliendo la tarea encomendada por Dios
perfumar la tierra entera,
con el buen olor de Cristo por donde quiera.
y cuando una de sus rosas ha perfumado lo suficiente
F. Dm. G7.
Le dice: misión cumplida, ahora estaras conmigo,
vistiendo en mi mesa por siempre, conmigo. [2]
En el jardín de Dios hay muchas flores
ESPERO QUE LES GUSTE Y DC ORDEMOS A NUESTROS SED S QUERIC S
EN A MESA DEL SEÑOR.