Con la maleta vacía, mirada perdida y zapatos hartitos de vivir.
Con la nostalgia rendida a tus pies y un "ya ves"
que yo no elegí.
Con un susurro que puede virarte la vida, 180 grados,
tal vez no perciban los mapas la isla en la que naufagué.
Y qué puede pasar, y qué debe pasar,
si enloquecer es parte del plan para sentirte vivo.
Tiene que haber algo más, algo serio algo que me he
perdido y no encuentro un remedio.
Algún eslabón, un toque de atención, despégame del suelo.
Algo que me haga flotar, necesito flotar sin tener la
resaca del tiempo.
Algo que sea verdad y me quite
este invierno venciendo el combate que
tengo perdido entre el cielo y mi ombligo.
Vivo en la isla de mis intenciones,
no tengo por qué dar más explicaciones,
de lo que no tengo, de lo que no valgo,
de todo lo absurdo, de lo que no canto.
Vivo en mi isla vacía de gente
en la que no importa decir lo que sientes,
la vida a veces es como un naufragio
y terminas en medio de nada y de algo.
Vacia de espejos, sin ningún reflejo
Vivo en la isla de mis intenciones,
no tengo por qué dar más explicaciones,
de lo que no tengo, de lo que no valgo,
de todo lo absurdo, de lo que no canto.
Vivo en mi isla vacía de gente
en la que no importa decir lo que sientes,
la vida a veces es como un naufragio
y terminas en medio de nada y de algo.
Vivo en la isla de mis intenciones,