Yo volveré al profundo remanso de sus ojos
Siguiendo el rastro fresco, aroma de sus hombros.
Tan solo por cantarle mi humilde serenata
Rasgueando las estrellas que quedan en mi alma.
Pero si no le alegra, mi simple melodía
Pero si no le agrada mi guitarra campera.
Pero si no le amaino de a poco las heridas
Volveré a mi paisaje de sol y de jarillas.
Tómese de mi mano, que siga este valseado
Mi mano en su cintura, paloma en el sembrado.
Camino de su casa yo recogí estos versos
Que son para su boca que no tienen regreso.
La trajo hasta mis brazos la brisa del Ambato