La tierra y la semilla van diciendo que tú eres para mí.
Las nubes, los caminos lo confirman asustados, es así.
Puedo retorcerme la cabeza y ponerla del revés.
Soy fuerte, soy gigante, para mí no hay nada grande, ya lo ves.
Puedo escuchar el tiempo en ti.
Puedo poner nombre a los días junto a ti.
Las vísceras pequeñas las devoran con tan gran facilidad.