Encontré un pan de centeno
Que un pastor abandonó;
Una magra y vino bueno,
Más bien rancio y sin color.
Y me llaman el mendigo,
Por mi barba y mi sayón,
Mi cayado y mi hatillo
Mi colilla y mi zurrón.
Y me río en mis adentros,
Yo ya tengo pa comer
Tengo pan pan de centeno
Y un buen vino pa beber.
Si mañana yo no tengo
Pan ni vino pa comer
Echare cuatro requiebros
Y a las niñas me iré a ver.
Yo no quiero un lazarillo
Que me venga a acompañar
Si me pierdo da lo mismo
Pues mi casa aquí no está.
Yo no quiero ni un amigo
Que me venga a acompañar
Todo el que hallo en el camino,
Si él lo quiere lo será.
Y me río en mis adentros,
Yo ya tengo pa comer
Tengo pan pan de centeno
Y un buen vino pa beber.
Si mañana yo no tengo
Pan ni vino pa comer
Echare cuatro requiebros
Y a las niñas me iré a ver.
No me paro en las ciudades
Pues la gente siempre va
Tan de prisa por las calles
Que ni sonrisas te dan.
Se que un día en el camino
Un pastor me encontrará
Rezará si es que ha aprendido
Y un silencio guardará.
Tal vez viva en mis requiebros
O en la tierra en que dormí,
Tal vez solo sea en el viento
Tal vez ni en él pueda al fin.
Y me río en mis adentros,
Yo ya tengo pa comer
Tengo pan pan de centeno
Y un buen vino pa beber.
Si mañana yo no tengo
Pan ni vino pa comer
Echare cuatro requiebros
Y a las niñas me iré a ver.
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