Una distancia que se vuelve carnada
Dubitativa entre el todo y la nada
Guardando los sueños debajo de la almohada
Mientras la mente avanza trastornada
Dos mil trescientas excusas disfrazadas
Cociendo abrigos para la sudestada
Sacándole punta a aquella ilusión gastada
Desnudo a la intemperie sin escudo y su voz su única espada
No se vaya a confundir
Que una rosa en el desierto no es un milagro que nace
No se vaya a confundir
Que una lágrima en los ojos sabe bien que es lo que hace
Un viaje al cielo y queda desparramada
Toda la mugre que tenía guardada
Luchando contra la incertidumbre despiadada
Haciéndole frente en cada madrugada
Un alma en celo algo desorientada
Bailando enferma por solo una mirada
Buscando la tregua en la guerra desatada
Perdida en la tormenta para el más allá se fue y quedó atrapada
No se vaya a confundir,
Que el absurdo no es poesía y la magia es un instante
No se vaya a confundir,
Que lo reprimido adentro es una amenaza constante
Inventa anzuelos de acero que pescan dilemas
Como esa hoguera que habita en mi pecho
Y que todo lo quema al revés y al derecho
Siente la soga en el cuello y no encuentra manera
De aflojar la cuerda que hoy aprieta en serio
Y confunde el problema y lo vuelve incierto