Ven y sigue mi camino, yo te llevaré
por un seto de espinos
sin que nada roce tu piel;
tú eres la mañana fresca, yo el atardecer
tu piel es el rocío
y yo tu fogata al anochecer.
Llévame mis penas que no me dejan caminar
para ti ligeras, en mí son años de llorar,
dame tus quimeras que pronto te devolveré
quince primaveras con ellas puedes ser mujer.
Planta tus mañanas en mi atardecer
verás cómo florecen
con el sol, el de mi anochecer;
tus semillas frescas mi tierra ya es de ayer
pero la buena hierba en arena puede crecer.
Llévame mis penas que no me dejan caminar
para ti ligeras, en mí son años de llorar,
dame tus quimeras que pronto te devolveré
quince primaveras con ellas puedes ser mujer.