¿Adónde te irás volando por esos cielos,
brasita negra que lustra la claridad?
Detrás de tu vuelo errante mis ojos gozan
¡la inmensidad la inmensidad!
Veleros de las tormentas se van las nubes,
Vuela, vuela, vuela, golondrina,
vuelve del más allá.
Vuelve desde el fondo de la vida
sobre la luz, cruzando el mar
¡cruzando el mar!
Un cielo de barriletes tiene la tarde;