Dicen que ya todo está perdido
Y que condenada está mi tierra
A seguir llevando estas cadenas
De miseria, odio y egoísmo, ay.
¿No será que Dios está dormido
En un cerro de mi cordillera,
Y hasta allí no llega la clemencia
Que le pide un pueblo adolorido, ay?
Pronto rugirá mi tierra
Y se apagará esta hoguera,
Y se elevará mi canto
Y llegará a sus oídos;
Y dejará atrás su sueño
Y levantará su cuerpo,
Y otra vez resucitando
Mi pueblo divino
Mi Dios dormido