Yo robe
de tus ojos mil destellos de esperanza
de tus labios la sonrisa fiel,
de tu piel, una caricia que soñé
Siempre fui
el espía que robaba tus encantos
desde lejos hasta que encontré,
De tu brazo, al dueño de lo que robe.
Hasta aquí llego el ladrón de buena suerte
alguien vino a reclamar lo que tenia,
hablo fuerte y me grito que no eres mía,
todo lo que yo guardaba se llevo.
Hasta hoy pude guardar aquí en mi pecho,
la ilusión que poco a poco construía,
ahora solo a callar tengo derecho,
el amor que en sueños me hizo tan feliz