¿No ves? Mi cara de cordero
degollado ya esta aquí,
el impulso eléctrico,
no opongas resistencia.
Es mi columna vertebral
que se retuerce hacia ti,
torpe e intermitentemente
con las luces de emergencia.
Y cuando te beso mal,
con la corriente por la espina de la médula,
en tu sitio y en tu línea un poco incrédula,
sacrificas lentamente al animal.
Iré a mi cuarto en soledad,
hay un reloj para contar
los segundos como dientes
que chirrían en el matadero.
Y no me sirve de escarmiento
ni el enésimo mandamiento,
ni la piel de lobo
escondida en el ropero.
Y cuando te beso mal,
con la corriente por la espina de la médula,
en tu sitio y en tu línea un poco incrédula,
sacrificas lentamente al animal.
(un solo toque por acorde)
Te he besado.
Es la primera decisión
que un cordero haya tomado.
Y cuando te beso mal,
con la corriente por la espina de la médula,
en tu sitio y en tu línea un poco incrédula,
sacrificas lentamente al animal.